Cuando uno camina por la calle o viaja en un bus, puede encontrar jóvenes que venden caramelos, periódicos, cuentan chistes, hacen malabares en un paradero. Esos jóvenes son una muestra de la creatividad juvenil para salir de una necesidad primordial que se denomina desempleo juvenil y que hoy en día en nuestra sociedad va creciendo rápidamente.
Pero vender en la calle no los desprestigia, por el contrario a través de ella se aprenden muchas cosas, como contar dinero y dar el vuelto, tener llegada al ofrecer algo, tener seguridad de uno mismo, etc. Esas cosas son las que los Rovers aprendieron en el último evento "Rover con Calle" organizado con el objetivo de sensibilizar y valorar el empleo de la calle que muchos jóvenes realizan día a día logrando con ello apreciar los ingresos que obtienen con su trabajo, con un buen diálogo y sin perder la vergüenza de lo que se hace.
“Rovers con Calle”, fue una jornada en la que los Rovers recorrieron algunas calles de Lima con tareas que deberían de realizar en algunos paraderos establecidos, como ayudar a una señora a vender periódicos, subirse a los buses a hacer sonreír a la gente, hacer de estatuas en una avenida, contar chistes en un mercado y regalar abrazos gratis en un parque, actividades que muchos jóvenes hacen hoy en día para poder cubrir sus necesidades básicas.
Concluidas las tareas, tuvimos un breve compartir lo vivido en la mañana y dialogamos sobre lo que significa el trabajo en la calle para los jóvenes que tan igual como los Rovers, estudian, tienen una familia y tienen necesidades básicas, pero que en muchos de los casos valoran cada moneda ganada, y que saben cómo afrontar los retos de la sociedad demostrando con ello que son Jóvenes con Calle.
Al finalizar, los Rovers se fueron consientes del trabajo que hace cada joven en la calle, permitiéndose replantear un nuevo estilo de vida que valore su economía, por ello podríamos decir que son #RoversConCalle
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