El día en que se inauguró el Clan de Rovers Pacha Kaywa, todos los
miembros acordaron construir una Cueva para el Clan, se pusieron de acuerdo y
empezó este gran proyecto.
Primero, se decidió el lugar de la
construcción, fueron dos las propuestas; la primera fue la construcción de la
cueva en la casa del Rover José Diego Torres Reffray y la segunda; fue en la
del Rover Jonathan Fernández Ramos la cual se llevaría a cabo en su azotea,
para ser más específicos.
Luego de analizar las 2 opciones se eligió la
segunda ya que fue más asequible en todo sentido, esta propuesta fue aceptada
por la Asamblea del Clan.
Una vez elegido el lugar de la construcción se
empezó a ver qué se necesitaba (en lo que a materiales y mano de obra se refería).
Se vio que el lugar de la construcción, cabe decir la azotea, necesitaba mucha
mano de obra y no estaría lista para la fecha prevista, así que se propuso
utilizar una oficina ubicada en el primer piso hasta que la azotea este lista
para poder ser usada en las Asambleas y coordinaciones del Clan.
Es en esta oficina, donde empieza todo el
trabajo de mano de obra. Todos los Rovers empezaron a aportar con materiales y
mano de obra para ambas cuevas ya que no había mucho presupuesto.
Posteriormente se decidió el nombre de la
Cueva Rover llamándola Musquchay que
significa “ser objeto del sueño de otro,
aparecérsele en su sueño o representación fantástica del que duerme”, el
Clan siente que al iniciar esta nueva etapa la cueva será el “objeto del sueño de otro”, ya que su
fin al ser Rovers es ayudar al que lo necesita, por lo que van a interceder
para que sus sueños se hagan realidad y la cueva será la herramienta para
coordinar todo ello.
Luego de mucho esfuerzo se logró terminar la
primera etapa de la Cueva Rover, iniciándose posteriormente con la cueva de la
azotea, fue mucho el trabajo y muchas la horas dedicadas es este proyecto, pero
al final luego del sudor y cansancio; se logró terminar la cueva en la azotea, siendo
un proyecto más cumplido.
¡Servir!