Vistiendo al dirigente

Hace poco me hicieron la pregunta ¿qué implica ser dirigente?, al tratar de responder la pregunta se me vinieron a la cabeza varios rostros de dirigentes, y sinceramente luego del descartes respectivo me quede con solo unas cuantas personas; aunque siendo sinceros todos tienen algo que le falta a la otra persona y eso forma parte de las personalidades propias de la persona.

Antes que buscar el rotulo de “dirigentes de Clan”, es importante conocer como y que quieren los jóvenes con quienes formaríamos esta rama tan importante, y recordar que siendo un país muy diverso, podremos encontrar jóvenes de diversos estratos sociales, de diversos gustos musicales, de diversos intereses y por último de diversas metas personales. Pero además recordar que los Rover no buscan un maestro, un padre o madre, un sacerdote, un entrenador deportivo, ni mucho menos un instructor militar, por el contrario busca a aquella persona que como un hermano mayor, le aclare diversas dudas que en el transcurrir de su vida.

Un hermano o hermana mayor comparte con sus hermanos menores sin dejar de tener la edad que tiene, sin infantilismos ni disfuerzos, con la admirable capacidad de reducir sus propias fuerzas para que el menor desarrolle las suyas, por lo que además de participar en las actividades de sus hermanos, también orienta, corrige y protege. Y a un hermano mayor, por el testimonio que entrega, se le admira, se desea vivir aventuras con él, se le quiere, se respeta su palabra, y se tiene confianza de abrirle el corazón.

Es relativamente fácil ejercer como hermano o hermana mayor en el seno de una familia, donde uno sabe muy bien cómo son sus hermanos. Pero no es tan fácil cuando hay que hacerlo respecto a los jóvenes que provienen de ambientes y hogares diferentes.

Es por ello que ser dirigente de Clan implica aprender a conocer y entender a ese joven irrepetible e incomparable entre los miembros de su Clan, hay que compartir constantemente con ellos, dentro y fuera del clan, observando el ambiente en que se mueven, siendo testigos de sus reacciones, escuchando sus frustraciones y esperanzas… como la de un hermano mayor.

Recuerdo siempre una frase que aprendí hace muchos años “nosotros no estamos ni adelante, ni atrás de ellos; estamos al lado de ellos” y aunque resulte extraño escribirlo en la actualidad es muy difícil encontrar un “Dirigente de Clan” con todo lo que implique esta palabra, porque ser ello no esta en un libro, ni en un curso, sino se aprende con la vida diaria, a aquellos dirigentes de Clan que llevo dentro mío este blog va para ellos.

La Orden de San Pablo y su Anagrama

La Orden de San Pablo tiene su origen con la creación del Anagrama de San Pablo*, como insignia en forma de prendedor a propuesta de Aldo Palacios Courret coordinador de Clan del Grupo Scout Lima 73 (estudiante de Filosofía y Teología), siendo aprobado en el Segundo Curso Avanzado Rover dictado en el año 1988, en dicho curso Aldo sostuvo que el había creado dicho anagrama basado en algunos estudios preliminares, pues San Pablo (Saulo de Tarso) no fue un caballero como si se planteaba que era San Jorge, sino que fue un Santo mucho mas antiguo donde no había ninguna representación siquiera de su obra.

Fue incorporada en el Plan de Adelanto Rover (P.A.R.), con una serie de pruebas y proyectos personales que tenia que realizar cada Rover para luego de un periodo de observación, en ella se menciona sobre sus acciones y reuniones aunque la Asociación de Scouts del Perú jamás editó el Plan de Adelanto, en aquella época existían Clanes que ya lo aplicaban.

Posteriormente la Orden se convierte en una comunidad de Rovers y dirigentes de Clan, de distintos Grupos Scouts, que buscaría realiza actividades en pro del Roverismo y son considerados una elite dentro del Roverismo, sus dos primeros miembros fueron Enrique Alfaro y Maico Chumpitazi (+), quienes fueron investidos en el año 1992, por el aquel entonces Comisionado Nacional Rover Alberto Prado Marchese (+), luego se nombró a varios dirigentes que deberían de mantener la simbología del Roverismo peruano en Sta. Rosa de Quives durante la Vigilia Rover en 1993.

Para esta comunidad se crearon tres tipos de miembros, los activos para Rovers, honorarios para dirigentes de la Rama Rover y honorarios colaboradores, dirigentes que no siendo de la rama aportaron y acompañarían a la rama en su proceso de desarrollo

El tema de la pañoleta, la medalla y la llave son temas de discrecionalidad de la orden, al igual que su reglamento interno que esta subordinado al de la Asociación de Scouts del Perú, pero que promueve efectivamente la pro actividad y cumplimiento de los objetivos primordiales del Roverismo peruano.

Si bien es cierto que dicho anagrama lo que intentaba era distanciarnos de la idea de los muchachos de Tropa que siempre persiguió a los Clanes en aquellos años, dicho anagrama no fue incluido como insignia oficial, habiendo aceptación de los dirigentes de Clan por el símbolo, forma parte de la historia y simbología del Roverismo peruano, cuyo deber de sus miembros es la de difundir, compartir y mantenerla viva por un Roverismo Fuerte y Unido.

*El Anagrama de San Pablo es un símbolo apócrifo, es decir no ha sido aceptado por la Iglesia.

Origen del lema Rover “Servir”

“Si no vives para servir no sirves para vivir” B.P.

El lema Rover "Servir" fue adoptado por Baden Powell en base a el escudo de armas del Príncipe de Gales, título que hasta hoy es utilizado por el futuro heredero de la Corona Británica.

Si observamos atentamente el escudo, encontramos un detalle curioso: la inscripción que se encuentra en listón dice: "Ich Dien", que no es un término del idioma inglés, sino que pertenece al alemán antiguo.

Ese escudo pertenecía al rey Juan de Luxemburgo, hijo de el emperador Enrique VII de Prusia (Actual Alemania). El rey Juan fue muerto en la batalla de Crecy cuando combatía en Inglaterra, que estaba bajo el mando de el hijo de el rey de Inglaterra, llamado el Príncipe Negro.

Terminada la batalla de Crecy, los estandartes ingleses anunciaban la victoria de el Príncipe Negro, que cabalgando por la arena, encontró el cuerpo de el rey muerto. Siendo informado de los pormenores de la muerte de el rey, quedó impresionado con la nobleza y dedicación de Juan, por lo que decidió llevarse el escudo de aquel lugar.

Tiempos después, el escudo de el Príncipe de Gales estaba formado por una corona adornada por tres plumas de avestruz, en posición asemejada a la flor de lis, teniendo en la parte inferior un listón con las palabras "Ich Dien", (Yo Sirvo) en lengua alemana.

Baden Powell consideró que la herencia que guarda la palabra "Servir" es digna de ser portada por todos aquellos que, en sus acciones y palabras, demuestran con orgullo y honra, el espíritu de ser un verdadero Rover.

La síntesis del Espíritu Rover se resume en esta simple palabra. Es un recordatorio permanente del compromiso asumido, y del estilo de vida elegido para formar parte del Clan.

El lema no debe ser utilizado a cada momento, como una simple consigna, debe realizarse en momentos importantes: una ceremonia, un cierre de reunión, o el cierre de un campamento o actividad importante. Corear el lema es una renovación de la Promesa y hay que darle el valor que merece.